Hay muchos versos en la Biblia donde Dios ordena a los Israelitas de matar a la gente alrededor de ellos. Presentaremos dos ejemplos en este artículo. El primero es en Deuteronomio 20:

10 “Cuando te acerques a una ciudad para combatir contra ella, le propondrás la paz. 11 Si te responde con paz y te abre sus puertas, toda la gente que se halla en ella te rendirá tributo laboral, y ellos te servirán. 12 Pero si no hace la paz contigo, sino que te hace la guerra, entonces la sitiarás. 13 Cuando el SEÑOR tu Dios la entregue en tu mano, matarás a filo de espada a todos sus varones. 14 Solamente las mujeres, los niños, los animales y todo lo que haya en la ciudad, todo su botín, podrás tomar para ti y comer del botín de tus enemigos que el SEÑOR tu Dios te entregó. 15 Harás esto con todas las ciudades que estén muy distantes de ti, que no sean de las ciudades de estas naciones de aquí. 16 Pero en las ciudades de estos pueblos que el SEÑOR tu Dios te da por heredad, no dejarás con vida a ninguna persona. 17 Los destruirás completamente, como el SEÑOR tu Dios te ha mandado: heteos, amorreos, cananeos, ferezeos, heveos y jebuseos. 18 De esta manera no les enseñarán a imitar todas las abominaciones que ellos hacen para sus dioses, de modo que pequen contra el SEÑOR su Dios.

El segundo es en 1 Samuel 15:

1 Samuel 15 :1 El SEÑOR me envió para ungirte como rey de su pueblo Israel. Escucha, pues, ahora las palabras del SEÑOR. 2 Así ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos: “Yo castigaré a Amalec por lo que hizo a Israel, porque se le opuso en el camino cuando subía de Egipto. 3 Ve ahora y ataca a Amalec; destruye completamente todo lo que le pertenece. No le tengas compasión; mata a hombres y mujeres, a niños y bebés, vacas y ovejas, camellos y asnos”. 4 Saúl convocó a la gente y les pasó revista en Telaim: doscientos mil de infantería más diez mil hombres de Judá. 5 Saúl fue a la ciudad de Amalec y puso una emboscada en el arroyo. 6 Entonces Saúl dijo a los queneos: —Váyanse, apártense y salgan de en medio de los amalequitas, no sea que yo los destruya juntamente con ellos; porque ustedes tuvieron misericordia de todos los hijos de Israel cuando subían de Egipto. Entonces los queneos se apartaron de en medio de los amalequitas. 7 Y Saúl derrotó a los amalequitas desde Havila hasta las inmediaciones de Shur, al este de Egipto. 8 Capturó vivo a Agag, rey de Amalec, y destruyó a filo de espada a todo el pueblo. 9 Sin embargo, Saúl y el pueblo perdonaron la vida a Agag, a lo mejor de las ovejas y de las vacas, de los animales engordados, de los carneros y de todo lo bueno, lo cual no quisieron destruir. Pero destruyeron todo lo despreciable y sin valor. 10 Entonces el SEÑOR habló a Samuel diciendo: 11 —Me pesa haber puesto a Saúl como rey, porque se ha apartado de mí y no ha cumplido mis palabras. Samuel se apesadumbró y clamó al SEÑOR toda aquella noche.

Por lo tanto encontramos que la guerra en el Antiguo Testamento estuvo llena de matanzas ocurriendo incluso contra las mujeres y los niños y esto fue lo que Dios ha mandado a los Israelitas. Los Cristianos creen que Jesús es Dios, entonces, Jesús aceptó esas matanzas. Algunos pueden decir que esa fue una guerra entre las tribus y los Israelitas fueron defensivos, pero los versos fueron claro que las matanzas fueron contra las mujeres y los niños que no atacaron a los Israelitas. Por qué acusar el Islam y los Musulmanes de terrorismo y por otra parte justificar las matanzas en el Antiguo Testamento. Es una doble moral, ¿verdad?

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